“Palabras”

Estaba sentado en el cubículo de mi pega viendo una serie de animación japonesa donde hablaban un tema bien particular (ya la serie lo es en si), las palabras y la influencia de estas, en como nosotros dominábamos nuestra realidad y nuestro entorno, como podíamos mutarlo a nuestro antojo con el poder de estas y de cómo nos debíamos hacer responsables de estas.

La palabra en si puede ser un arma tanto de seducción como mortal, puede ser la llave que abrirá muchas puertas o puede ser simplemente algo que nos deje como idiotas, en el fondo hay que entender que es poderosa y esta viva. Socialmente hablando si nos remitimos como en todas nuestras entradas  anteriores, mientras nosotros mas evolucionamos, se va necesitando la utilización de otros medios de comunicación, si lo piensan antes eran gestos y sonidos, pero era solo para comunicar cosas sencillas y bastante banales, como tengo hambre, sueño, frío o simplemente miedo. Pero el tiempo y el gregarismo (para los que no conocen la palabra es ser dependiente uno del otro) fueron complicando las cosas, fue necesario un idioma, un lenguaje, para así un entendimiento mas amplio sobre las cosas.

Ahora volvamos a la actualidad, por lo general casi siempre la gente debe estar apoyada en algo, como lo he dicho muchas veces el mundo frenético en el que vivimos nos hace perdernos en algunos momentos, pero siempre hay una manera de encausar el camino, el hecho es que dentro de las cosas que nos agarramos es el esoterismo, ¿pero… que tiene que ver con las palabras?, por lo general tratamos siempre de mantener el control sobre nuestra realidad, como el cuanto ganamos, o como lo gastamos, lo que hacemos y el cuando, donde estamos y adonde vamos, las personas con las que nos juntamos, con las que nos queremos juntas y las que dejamos atrás; así muchas cosas que siempre sabemos o tendemos a saber como pasaran, pero que pasa cuando a una persona le dices de “cajón” (expresión para referirse a “de lleno” por ejemplo) “tu no tienes dedos para el piano”, la forma y la magnitud de las palabras o de quien lo dice no importa, es el hecho de que se dijeron y que eso provocara (lo mas probable) que la persona fracase y se desmorone. A su vez el aspecto contrario, por ejemplo un entrenador que le dice cumplidos o alabanzas por cada logro que alcanza por lo cual el tipo a pesar de las posibles derrotas que tenga nunca perderá el espíritu.

También hay cosas más sutiles donde esto se ve reflejado, como cuando por ejemplo decimos “te amo” o “te quiero”, son palabras las cuales debemos hacernos responsables, son palabras con peso que cambian las actitudes de una persona hacia nosotros (debo asumir que no me hice responsable en su minuto y estoy pagando las consecuencias) igual si le dices que la odias, otra forma sutil de ver esto es cuando sobreprotegemos a alguien y le decimos que, ante algo que haga, que no puede por que se puede hacer daño, también eso influye por que la persona se predispone a que le pase algo, o con los niños mimados que es algo parecido, ellos no son capaces de hacer las cosas pero mas allá de que sea de crianza es también por lo que se le dice constantemente.

Pero hay algo mas interno, algo que de verdad es… quizás esotérico, algo que aparece en un libro muy leído en este ultimo tiempo “el secreto” (el libraco es best seller y cuenta algo que todos sabemos de manera inherente), el hecho que con palabras muy simples podemos cambiar nuestra propia realidad, logramos cambiar nuestra perspectiva de las cosas o podemos incluso cambiar una situación, -“que la fuerza los acompañe”- dicho del maestro Yoda a sus Padowan´s.

Algo que salía en la película Star Wars era la llamada “fuerza” que era capas de cambiar corazones, mentes y situaciones, pero esta fuerza venia de la fe… se preguntaran que tiene que ver una película con este tema mas profundo. Es simple, la gracia de poseer la fuerza no era que fuera un elegido o algo por el estilo como lo decía el film, si no algo más sencillo, era el tener optimismo, el tener siempre la palabra positiva primero, que es algo que por lo general no lo hacemos nosotros, es mas fácil echar por tierra las cosas antes de hacerlas y me incluyo, hago exactamente lo mismo. Además este ejemplo lo podemos ver en cualquier parte de nuestra vida cotidiana, como cuando vamos en bus y queremos que la chica linda que va en el asiento de atrás mirando hacia la ventana nos mire, lo empezamos a decir desde el pensamiento y con mucha fuerza, cuando las cosas se cumplen miramos a otro lado por que no somos capaces de enfrentar la realidad. Es ahí donde el poder de la mente se mide y es fuerte, pero aun más fuerte es el poder del convencimiento.

Pero todo lo bonito quizás que les acabo de comentar puede ser opacado por una sencilla cosa, lo mismo que acabo de mencionar que puede ser sumamente bueno, también puede funcionar para “el lado oscuro de la fuerza”, podemos perjudicarnos a nosotros mismos mermando hasta nuestras esperanzas, e incluso haciéndonos presas fáciles de la mala suerte, puede incluso llevarnos hacia la propia muerte en vida (la depresión), cuando existe la predisposición al fracaso, cuando de nuestra propia boca sale la palabra –“no lo lograre”-, o “no podré”, todas las negativas que podamos darnos alimentaran ese monstruo interno que todos tenemos dentro, llamado pena.

Todo lo que vi en aquel capitulo me dejo pensando en como nosotros y los demás, podemos y tenemos el poder de cambiar las realidades de los demás y las nuestras, de cómo también debemos de ser responsables con las palabras por que estas pueden dejar marcas indelebles en la persona, y que fuera de todo pueden alimentar o dañar el espíritu.

-“A veces, es una sola palabra se conserva vinculada la memoria de largas operaciones mentales, y en pronunciarla o leerla se desmadeja en nuestro interior el hilo de conocimientos adquiridos durante largos años en que se encierra tal vez el fruto de los trabajos de la humanidad durante muchos siglos.”-

Balmes