Conocemos el clásico fantasma, que en el fondo es un espíritu que vaga por algún lugar en concreto, también conocemos por fantasmas a algo que en si no nos ha dejado (que en el fondo es casi la misma aseveración que arriba) que puede ser perfectamente una imagen, un recuerdo, o una situación en concreto que siempre nos tiene marcados. El punto es, ¿Qué pasa cuando este esta vivito y coleando? Cuando no es ni un recuerdo, pero si parte del pasado, ¿Qué pasa cuando se transforma en karma ese fantasma? Y hacemos que nos persiga por el resto de nuestros días.
La idea de recuerdo es que este sea mudo y lejano, una imagen un poco borrosa de un momento de nuestras vidas, un sonido, pero a veces este se hace presente de las maneras más insospechadas. (¡Ah! Una cosa acá de aquí en adelante no existirán las coincidencias, solamente lo inevitable). Se dice que nosotros mismos no hacemos perseguidores de nuestros propios miedos y pesares, pero también es lo que nos hace evolucionar, por que cuando estos no están pasan dos cosas, o nos hacemos mas fuertes y grandes o nos hacemos recurrentes a ellos para no perder la figura de nosotros mismos, yo me pregunto ¿necesito ser dependiente de esto?, la verdad no, pero a veces resulta mas confortante quedarnos en el pasado, pegados en nuestras propias dudas, colgados de nuestras inquietudes. Pero ¿Qué pasa cuando tu escapas de este fantasma, de este recuerdo que se vuelve perseguidor de tu conciencia?, creces y te haces fuerte. O te desmoronas por que sientes que algo hace falta, creas un vacío.
Existe algo llamado tormentos; los tormentos no se inflingen si no que los crea uno mismo, uno pasa por ellos, uno se pega en ellos, y los deja ser permanentes, es ahí donde digo que a una persona depresiva le gusta estarlo, por que en el fondo sus propios tormentos y fracasos le acomodan. De todas maneras este fantasma del que les hablo lleva mas de 5 años perturbándome, pero no es que el me moleste directamente si no que pago las culpas del daño causado, necesito expiación y lo he convertido en mi tormento. Las personas que me conocen saben de quien estoy hablando, pero no me atormenta la persona en concreto, si no las huellas que se marcan nuevamente, una y otra ves por mi tendencia a la repetición, es un proceso donde pareciera que e gran medida fuera un especie de masoquismo autoinfligido, donde me dejo llevar por el dolor y las penas causadas.
Ver este fantasma al estar en el bus hacia mi trabajo igual me sirvió de algo. Aclaro una de las dudas que tenia, logre superarme a mi mismo en un punto, por lo menos logre que este fantasma que cargo en mi saco de problemas se volviera útil, pero aun así tengo temor de lo que pueda provocar en mi inconciente. Por que las marcas no se borran de ahí. El ser humano no puede vivir sin su lado absolutamente malo. Por que si no, no seria la persona socialmente buena que es ahora.
Yo creo que la única manera de convivir con este tipo de fantasmas es el hecho de enfrentar a la vida de cara contra el mismo destino, a pesar, de que muchas cosas se encuentren escritas, no es la idea estar siempre esperando a que las cosas pasen por la cara de uno para recién darse cuenta de lo que se pudo haber hecho. Las oportunidades son únicas e irrepetibles.
El arrepentimiento es lo que mata…
La idea de recuerdo es que este sea mudo y lejano, una imagen un poco borrosa de un momento de nuestras vidas, un sonido, pero a veces este se hace presente de las maneras más insospechadas. (¡Ah! Una cosa acá de aquí en adelante no existirán las coincidencias, solamente lo inevitable). Se dice que nosotros mismos no hacemos perseguidores de nuestros propios miedos y pesares, pero también es lo que nos hace evolucionar, por que cuando estos no están pasan dos cosas, o nos hacemos mas fuertes y grandes o nos hacemos recurrentes a ellos para no perder la figura de nosotros mismos, yo me pregunto ¿necesito ser dependiente de esto?, la verdad no, pero a veces resulta mas confortante quedarnos en el pasado, pegados en nuestras propias dudas, colgados de nuestras inquietudes. Pero ¿Qué pasa cuando tu escapas de este fantasma, de este recuerdo que se vuelve perseguidor de tu conciencia?, creces y te haces fuerte. O te desmoronas por que sientes que algo hace falta, creas un vacío.
Existe algo llamado tormentos; los tormentos no se inflingen si no que los crea uno mismo, uno pasa por ellos, uno se pega en ellos, y los deja ser permanentes, es ahí donde digo que a una persona depresiva le gusta estarlo, por que en el fondo sus propios tormentos y fracasos le acomodan. De todas maneras este fantasma del que les hablo lleva mas de 5 años perturbándome, pero no es que el me moleste directamente si no que pago las culpas del daño causado, necesito expiación y lo he convertido en mi tormento. Las personas que me conocen saben de quien estoy hablando, pero no me atormenta la persona en concreto, si no las huellas que se marcan nuevamente, una y otra ves por mi tendencia a la repetición, es un proceso donde pareciera que e gran medida fuera un especie de masoquismo autoinfligido, donde me dejo llevar por el dolor y las penas causadas.
Ver este fantasma al estar en el bus hacia mi trabajo igual me sirvió de algo. Aclaro una de las dudas que tenia, logre superarme a mi mismo en un punto, por lo menos logre que este fantasma que cargo en mi saco de problemas se volviera útil, pero aun así tengo temor de lo que pueda provocar en mi inconciente. Por que las marcas no se borran de ahí. El ser humano no puede vivir sin su lado absolutamente malo. Por que si no, no seria la persona socialmente buena que es ahora.
Yo creo que la única manera de convivir con este tipo de fantasmas es el hecho de enfrentar a la vida de cara contra el mismo destino, a pesar, de que muchas cosas se encuentren escritas, no es la idea estar siempre esperando a que las cosas pasen por la cara de uno para recién darse cuenta de lo que se pudo haber hecho. Las oportunidades son únicas e irrepetibles.
El arrepentimiento es lo que mata…
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