El Tiempo en el Papel

La Idea es simplemente opinar sobre la vida misma, en la manera de lo que sea posible, hablar de series de antaño y que nos dejaron, recuerdos y ese tipo de cosas, de ese estilo, además de ser un sitio donde podremos quejarnos de todo... jejejejejejeje, espero que os guste

martes, 19 de enero de 2010

Volátil


Iba en la micro celebrando un pequeño triunfo en mi vida, uno de esos que la verdad a la larga se vuelven significativos pero al lado de otras cosas se vuelven insignificantes. Pero ese no es el punto, cuando tomaba el bus, se subió una chica de aspecto muy simple y solemne, algo raro siendo que era muy joven (ya que hoy e día ya nos estamos acostumbrando poco a poco a mostrar más poto y pechuga), iba de vestido largo con un chaleco de lana rosa, iba seria y con cara que desde un principio nunca quiso subirse al bus, se sentó en un lugar tan apartado como en el que estaba yo, pero no al lado mío, prefería sentarse sola, por lo general las personas que se sientan, cuando la micro esta vacía lo hacen en la ventana ella lo hacia en el pasillo, lo cual ya me pareció peculiar, su rostro reflejaba algo de frustración, como si algo que ella necesitaba ya no lo tenia, o que simplemente algún capricho no se le cumplió, iba con un libro que no leía, miraba a todos con desprecio, como si fuéramos culpables de su desgracia.


Me pareció extraño que con ese aire tan angelical, se viera de esa manera, he visto y conozco chicas de ese mismo estilo, pero siempre son alegres, muy sencillas y ignorantes de lo que pasa alrededor, simples en su haber y que hacer. Pero ella era diferente, parecía siniestra y media sombría, como que cada paso era meditado minuciosamente como que su imagen era parte de un juego sin fin donde cualquier hombre caía rendido, como que cada situación era parte de su gran juego de ajedrez, era una imagen poco común de ver en alguien cuya apariencia era muy angelical. Una expresión manipuladora dominaba su cara, éramos sus juguetes los cuales bailábamos al son de ella, que quizás los asesinaba después de usarlos, o los trataba como perros y los terminaba alejando cuando le echaba los otros encima, éramos meras marionetas en su red de encantos, una historia de amor tan cruel paso por mi cabeza que simplemente quería que ella desapareciera, pero con un sentimiento de aprecio hacia ella, sentía que mi vida con ella era buena, feliz y sencilla, hasta que ella misma lo volvió todo un infierno en vida, los recuerdos se me venían a la cabeza, me atormentaban, esos días que estuve con ella, esos días que vi como me engañaba, que sentía que era una mera pieza desechable, de cómo sus labios, pequeños hermosos, eran de otros quienes también eran engañados por ella, como la canción de “mana”, me había enamorado de una mariposa traicionera, que corrompía todo lo que había en mi corazón, deseaba con todas mis fuerzas que mi interior se olvidara de sus labios, de su rostro apático y delicado, que se resintiera de las heridas abiertas que yo tenia en ese momento, me sentía a morir de solo verla del otro lado del asiento sin si quiera mirarme ni dirigirme la palabra, a pesar de que cobardemente la observaba detrás del brazo de otro compañero de viaje, ¡Ho! odiosa vida llena de ironías, de desdichas y desgracias continuas, ella me arrebato la esperanza del corazón y me hizo sentir el deseo profundo del amor... la muerte, deseaba mi muerte y la de ella, como no podía tenerla entre mis brazos, no quería que nadie mas la tuviera, me sentía corrompido hasta el ultimo punto de mi ser, la maldad de mi interior se comía mi alma, los celos me estaban llevando a la locura misma, en mi interior reía sin parar por que me decía a mi mismo que ella ya no me haría más daño del que yo le iba a hacer al final de nuestro tétrico viaje. Pensaba en su muerte lenta y dolorosa, sangrienta, funesta, quería que sufriera todo lo que sufrí por ella... pero que se reflejara en algo físico eso me daría placer a mi alma ya ennegrecida de ira y rencor.


Decidí pararme de mi asiento tiempo después de que mi compañero de viaje se bajo del bus y recordé que debía llegar a mi casa, así que debía ser rápido y eficaz, una estocada era todo lo que necesitaba. Cuando un frenazo de la micro me despertó de mi letargo y recordé que ella era una chica que no conocía, quizás con un mal día encima, y que yo era un soltero que simplemente se dejo llevar por el propio cansancio y sueño.


Se me olvido que mi imaginación era muy volátil...

1 comentario:

  1. Tu imaginación volátil, es perfecta, podemos modificar ciertos lugares para llegar acabo de toda esta secuencia, pero de todas maneras, se puede convertir en un cortometraje tal vez alrededor de 10 min. o un poco menos para que se entienda el mensaje, pues cfreo que sera sensacional plasmarlo. hablamos.. luego hablamos mas sobre esta reseña, con mas tiempo y emociones avasalladores al crear.
    Un abrazo. Carla

    ResponderEliminar